PALABRAS DEL LIDER NACIONAL DE C.I., D. GABRIEL NSÉ
OBIANG OBONO, EN LA MISA DE DESPEDIDA PARA DAR CEPULTURA AL
CUERPO SIN VIDA DEL QUE FUERA SU JEFE DE PROTOCOLO, D. DANIEL
MITOGO MISENG.
Muy querido e inolvidable Daniel MITOGO MISENG
Mi Honorable y distinguido Jefe de Protocolo:
Distinguido publico aquí presente:
Estoy delante de ti abatido, consternado y profundamente golpeado por tu desaparición súbita e inesperada.
Tres para cuatro años has estado con migo, o hemos estado juntos, viniste a saludarme por primera vez en Anuzca - Bata, en mi primera gira oficial por la Región continental, y tú te apuntaste voluntariamente ser mi protocolo, mi guía, mi colaborador inmediato.
La gira nos terminó involuntariamente y me regresé a Malabo dejándote en Bata. Pero tú, con el aprecio que me cogiste, me seguiste aquí hasta Malabo en el mes de marzo del año 2016 hasta este año 2019, cuando me dejas, repito, de manera inesperada.
Contigo pasamos momentos difíciles, los dos asedios. Me has demostrado en ese tiempo que eras una persona cabal, determinante, lleno de arrojo y bravura. Recuerdo en el primer asedio, cuando mi madre se quedó aislada en el piso de arriba, tú y tu amigo hermano y compañero mayo, subisteis a rescatarla bajo esos disparos. Nunca fuiste hombre temeroso.
Me dejas mal, porque en cada paso que doy te veo delante de mí, guiándome; te veo entrando con migo en la oficina, abriendo las cortinas; cada toque de puerta de mi oficina que cualquiera me hace ahora, creo que eres tú, que quieres introducir a alguna persona. No puedo olvidar tu amor incalculable al partido, tus decoraciones en los actos, en fin. No tengo palabras para recordar lo que tú has sido para mí y para el partido C.I.
Daniel, tus comentarios en el despacho me animaban mucho, tu ilusión por Guinea Ecuatorial y tus constantes bromas, eran tremendos, eran combustible para mi trabajo cotidiano. Tú has sido fiel trabajando a mi lado.
En nombre del partido C.I. nunca te olvidaremos.
Pido a tus padres y a toda tu familia, que no me alejen como humano que soy, independientemente de mis circunstancias, porque quiero seguir demostrándoles que tú has sido un amigo, hermano y fiel servidor, a mí y a los pueblos de Guinea Ecuatorial, por eso, pido a tus padres que me reciban como a su hijo, sé que no te podré suplir como si fuese tú mismo, pero siempre me acercaré a ellos como mis padres, en memoria a tí.
Daniel, doy gracias a Dios por la valentía que te dotó, por hacerte que le conocieras, tú en los últimos tiempos ya estabas en la presencia de Dios, orando mañana y tarde, compartiendo con nosotros la palabra de Dios, cuya experiencia ya vives en directo. Pedimos a Cristo Jesús que te extienda su mano y te reciba en su aposento Santo.
La palabra de Dios dice en Juan 12:26: Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.
Y ahora Daniel nos habla en estos momentos en Filipense 1, 23 y 24 y nos Habla a ti y a mí los que te lloramos en estos momentos y nos dice: “De ambos lados me siento presionado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor; y sin embargo, continuar en la carne es más necesario por causa de vosotros.
Pues, yo te digo Daniel, ya estás con Cristo y vete con Él. Amen.
Descanses en la paz del Señor. Todos los militantes de C.I., tus compañeros, y yo que he sido tu Líder, nunca te
